Para la temporada 1997-1998 la Juventus ya era considerado uno de los equipos italianos más sobresalientes, de la historia del fútbol italiano y el mejor equipo de su época. Disputando por séptima ocasión la final del torneo, realizado en Mánchester, el equipo cayó 2:3 en la definición por penales ante el A. C. Milan, luego de empatar sin goles en el tiempo regular y suplementario. En la temporada siguiente la sociedad se clasificó en el segundo puesto de la liga, logró el título en la Copa Italia pero fue derrotado en la final de la Copa de Campeones de Europa disputada en Atenas ante el Hamburgo de Alemania.