A pesar de que sus dos primeras temporadas fueron altamente exitosas, cerrando el año 2010 con una impresionante marca de 42 goles en 60 partidos, los problemas extradeportivos con Neymar empezaron a aparecer. Por la Liga de Campeones de la UEFA formó parte de una destacada actuación de los vikingos en la fase de grupos en la que ganó todos los partidos y terminó primero con puntaje ideal para luego cruzar a las etapas decisivas siendo eliminado en semifinales por el Bayern Múnich en los penaltis por 1:3 luego de igualar 3:3 en los minutos reglamentarios.