Al acabar el segundo set y yendo 7-6(3) y 6-2 abajo en el marcador, Nadal se veía obligado a retirarse del partido por las molestias surgidas en la rodilla derecha y que le estuvieron persiguiendo durante todo el torneo. En Roland Garros 2017 volvería a ganar un Grand Slam después de tres años tras vencer a Stan Wawrinka en la final por un claro 6-2, 6-3 y 6-1 en un especie de revancha de la final de Australia 2014; además de jugar un buen tenis durante todo el torneo, el español no cedió sets.