En lo deportivo, la final además supuso que el conjunto italiano fuese el primero en conquistar todas las competiciones existentes de la UEFA, motivo por el cual recibió una placa conmemorativa del máximo organismo europeo. Finalmente, el conjunto capitalino obtuvo un nuevo subcampeonato en la Serie A, estableciendo unos nuevos récords particulares de goles (90) y puntos (87) el día en el que Francesco Totti jugó su último partido con la camiseta de la Roma.